Os la cuento a continuación.
HISTORIA Y VISIÓN DE LA TEJEDORA
La Tejedora nace después
de un largo recorrido en muchos ámbitos de la vida. Siempre me ha gustado
trabajar con mis manos, desde pequeña. He viajado algo por el mundo, un
poquito, y durante mis estancias en Perú, por trabajo, aprendí, en cada una de
ellas, diferentes técnicas artesanales (joyería con alambres de plata, cobre,
etc., macramé, piedras semipreciosas…). Allí son grandes artistas y se despertó
de nuevo en mi esas ganas de plasmar lo que imagino en piezas únicas, ya que
una de mis señas de identidad es que no repito nunca ningún diseño de los que
hago.
Siempre he tenido mucha
curiosidad por aprender a tejer ganchillo y punto. De pequeña me enseñó mi
abuela, pero no refresqué lo que sabía, hasta que un día la vida me llevó a
apuntarme a unas clases de ganchillo con trapillo y, a partir de ese momento,
brotó de nuevo la necesidad, que me acompaña siempre, de crear.
Mi situación personal y laboral
me llevó a principios de verano a replantearme un poco qué es lo que realmente
me hace feliz y lo que quiero en la vida, que es algo tan sencillo como vivir
bien, pero no en un sentido de acumulación material, sino de poder vivir
haciendo lo que me gusta.
Así nace La Tejedora, una mezcla de
coincidencias (aunque no creo mucho en ellas), de vivencias y de ganas de
crear.
Mi inspiración viene de
las personas que caminan por la calle, en sus colores. Me encanta observarlas.
También, lógicamente, tiene que ver mucho mi estado de ánimo y el paisaje que
me rodea. Pero es tan sencillo como que cualquier momento es bueno para
imaginar colores, mezclas, locuras.
El proyecto de La
Tejedora va más allá de crear una empresa, tiene todo un contenido filosófico.
Elaboro mis creaciones con materiales o bien reciclados (como el trapillo) o bien
reutilizados. Es fundamental que seamos muy conscientes de que es momento de
cambiar nuestros hábitos de consumo en general; quiero transmitir a través de
mis creaciones que ya existen a nuestro alrededor muchísimo material hermoso
que se puede utilizar para hacer , valga la redundancia, cosas hermosas,
bonitas y, sobre todo, originales y únicas.
A parte de todo esto, hay
algo que para mi es muy importante. Me gusta dar valor a lo que hago. Vivo en
este mundo y las cosas tiene que tener un precio para que yo pueda empezar a
poder vivir con lo que hago, que por otra parte es mi sueño. Pero tengo un
aspecto muy claro, los precios de todo lo que hago son muy accesibles, ya que
es muy importante, en estos momentos en el que el ánimo general está dominado
por el gris oscuro y por el miedo, poner un poco de color, alegría y esperanza
en las vidas de las personas que se acerquen a este proyecto, tanto si
finalmente compran como si no lo hacen.
Estoy en proceso de
continuo crecimiento y aprendizaje; no puedo ni quiero parar. Mi próximo
objetivo, aprender a confeccionar mis colecciones de ropa, una ropa muy
especial, pero eso aún es un embrión, así que mejor lo dejamos para otro
momento.
Por eso La Tejedora es y siempre
será un espacio para compartir y crear, soñar e intercambiar, crecer y sonreir.
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